viernes, 4 de octubre de 2013

Parte 2: Capitulo 6

Ana
No me podía creer lo que acababa de pasar, hace unas horas estaba con él y por fin había abandonado ese carácter negativo tan propio de él. No tenía hijos así que los negocios de Javi revertirían en nosotros, yo ya lo sabía, cuando Toni y yo nos separamos el me ayudo a animarme y a estar entretenida con el trabajo y ahora me sentía mal, no lo había pasado tan mal desde hacía mucho tiempo y Toni estaba igual que yo.
Al llegar al taller prefería quedarme con el papeleo que tener que rebuscar entre sus cosas, sabía que me iba a sentir peor de lo que ya me sentía así que le deje a Toni la tarea. Pero no paso mucho tiempo antes de que Toni me llamara a gritos desde la otra punta del taller. Agitado y nervioso me dio un cuaderno negro que parecía ser una especia de Diario, contenía las fechas de los días en la parte de arriba y todavía olía a tinta. El cuaderno estaba casi acabado y eso que no tenía más de 6 meses, por lo visto Javi tenía muchas cosas que contar porque había un cajón lleno de cuadernos iguales al que Toni encontró:

-¿Tú has leído eso? , no me lo puedo creer, como se le ocurre meterse en eso
-Relájate, ¿Qué dices?, cuéntame lo que has leído
-Aquí pone que le hace coches a la mafia Italiana, que cena con ellos, que sale con ellos, sobre todo un tal Gino, que parece ser amigo íntimo suyo. No puedo creerme que Javi este metido en eso.
-No dramatices, en tu mundo de cochecitos de lujo y circuitos eso es pecado pero en Italia…
-¿Tú también?, no me lo puedo creer, pensaba que no erais tan idiotas como para pedirle ayuda a la mafia
-¿Quién ha dicho que le pedimos ayuda?, Javi y yo sabíamos que al contarte esto te pondrías histérico…Toni, en Italia las cosas se hacen como la mafia quiere, y Javi no era precisamente un subordinado
-¿Qué estás diciendo? ¿y tú?
-Es fácil, la mafia ejerce de justicia, controla los negocios etc, es como el gobierno pero encubierto. Javi llevaba muchos años en la mafia y yo…yo me tengo que relacionar con ellos para llevar los negocios de Italia.
-Deja de mentirme, ¿tú que haces en la mafia?
-Yo era protegida de Javi, ahora tendremos que desempeñar su función
-Me niego, en rotundo, yo no me meto en vuestras mierdas

Se había enfadado mucho, cogió el coche y se marchó y me dejo allí sola en el taller. Javi y yo sabíamos que esto pasaría, Toni siempre era extremadamente legal, demasiado como para decirle que Javi controlaba los negocios de motor de la Italia. Todavía no sabía nada acerca de la mafia, no me había dejado contárselo  y se me quitaban las ganas tras haber visto su reacción, no lograba entender porque tanto escándalo, la mafia italiana ya no era como la de las pelis de los 40 que mataban a diestro y siniestro y que traficaban con todo lo ilegal habido y por haber.
 La mafia italiana había cobrado más bien un significado de gobierno oculto del país, es decir, dirigían todo el país pero al frente de gobierno ponían a gente considerada  “respetable”, de cara al exterior decir que la mafia controlaba el gobierno, sonaba muy mal.
Me volví a casa sin tocar nada más que el cajón donde estaban todos los cuadernos, había cuadernos desde hace unos 10 años y si alguien los encontraba probablemente montarían el mismo escándalo que Toni, así que me los lleve en una caja que encontré y nada más llegar a casa los coloque en el ático en tapados con unos plásticos para evitar que se deteriorasen.
Esa noche dormí sola, Toni no apareció por casa hasta las 8 de la mañana y no parecía tener muchas ganas de hablar, así que me subí al ático a investigar algunos de los cuadernos.
Todos los cuadernos eran exactamente iguales, negros con las iniciales de Javi en el extremo izquierdo, bordados en dorado y las hojas eran de un blanco impoluto, salpicadas por una excelente ortografía. Los cuadernos empezaban 10 años atrás y en la primera hoja explicaba el porqué de escribir: “es una manera de desahogarme, de contar las cosas que no le puedo contar a nadie y quién sabe si serán la base de mis futuras memorias”
Javi escribida muy bien, se podía haber dedicado a ser escritor si la pasión por los coches no le hubiese cegado. Yo me había enterado de los negocios con la mafia cuando fui a vivir a Italia pero por lo visto llevaba muchos años con ello.
En el primero de los cuadernos contaba que estaba locamente enamorado de una chica pero la historia no había acabado bien, eso explicaría las pocas ganas de tener novia que Javi transmitía. Me hubiese burlado mucho de él con las palabras del diario pero ahora ya no estaba y yo no me sentí suficientemente fuerte para seguir leyendo aquello.
Cuando salí del ático Toni ya no estaba, ni su coche en el garaje, así que hice lo propio, cogí mi coche y salí a dar una vuelta para despejarme. Que duros iban a ser estos días y que duro seria acostumbrarse a ser mi propia jefa...cuando estaba sumergida en mis pensamientos sonó mi móvil, no sabía si quería cogerle después de las últimas noticias que había recibido hace tan solo un día, aparque y descolgué el teléfono :
-Buongiorno  Ana, lo siento mucho por lo de …ya sabes.
-Buongiorno Gino, gracias, ha sido un golpe bajo, estoy en shock todavía, come stai? cosa succede?
-Estamos encajándolo, como tú, pues ha muerto Javi y tú eres su protegida, necesitamos que vengas a Italia a poner un poco de orden, ahora que no está Javi necesitamos que alguien ocupe su puesto, si no quieres ser tu por lo menos te necesitamos para que des tu consentimiento para otro, pero si quieres ser tú te recibiremos con los brazos abiertos, lo sabes.
-En unos días iré, pero tengo que arreglar los negocios de aquí, estamos en contacto, gracias por llamar Gino, ti chiamo più tardi, arrivederci.

Vaya, no había pensado en lo que pasaría en Italia, tendría que irme unos días para solucionar todo aquello y no creo que Toni quisiese acompañarme.

Los días pasaron con Toni enfadado y su habitual cara de pocos amigos, y mucho más cuando le informe de mi futuro viaje a Italia. Intente quitarle importancia diciéndole que así le enseñaría mi casa y mi modo de vida allí pero ni con esas quiso venir. Aun así, como le conocía, saque un billete y se lo deje en mesilla, " si quieres ven, sino la verdad que me decepcionaría un poco " con estas palabras di por acabada la conversación sobre Italia. Dos días después hay estaba yo subida en un avión de AirItalia rumbo a mi casa en Napoles para terminar de arreglar los negocios de Javi y de paso enseñarle a Toni como había sido mi vida en Italia.
En cierto modo echaba de menos la ajetreada vida que allí llevaba, mi casa con piscina y a los amigos que allí había hecho pero a pesar de todo la tierra era la tierra. Toni estuvo todo el viaje inquieto y por primera vez en unos días se le quito la cara de enfado, me dijo que le seguía pareciendo mal todo esto pero que no quería estar mas tiempo así conmigo asi que durante un tiempo me daría una tregua.

El avión aterrizo sin `problemas y cuando salí del aeropuerto para coger un taxi vi mi coche, mi Ferrari 288 gto aparcado,con su tono rojo reluciente y fuera de él un secretario de Gino con las llaves en la mano:

-Buongiorno Signora, Gino me encargo darle las llaves del coche y decirla que esta noche la espera para cenar en su casa, no falte
-Grazie mille, no faltaré

Me subí al coche bajo la atenta mirada de Toni, que metió las maletas y se subió:
-Vaya con los de la mafia, menudo dineral tenéis que hasta os traen los Ferraris
-Deja el humor sarcástico anda, ¿te gusta?
-Obviamente si, no estoy ciego, pero vamos a tu casa ya que quiero verla, yo en Alemania vivía en un loft, grande pero era un piso al fin y al cabo y tu a saber que casa tienes...
-Una normal
-Ya, como el coche¿no?
Se echo a reír y yo acelere el ferrari, era un gusto conducirlo, sonaba a las mil maravillas y también tragaba a las mil maravillas. Hace dos años cuando me vine aquí no pensé que estaría algún día en mi Ferrari favorito con Toni yendo hacia mi casa, pero ahora todo había cambiado, ahora mi vida comenzaba a estar llena de nuevo. Tenia todo lo que quería y por fin era completamente Feliz, por fin, después de dos años buscándola, mi felicidad residía en una persona, en Toni. Acelere más afondo por una larga recta que había, me gustaba sentir el rugir de aquel impresionante motor, me gustaba sentir esa sensación de velocidad.
Llegamos a mi casa y aparque justo enfrente de la casa. El sol relucía y todo aquello pareciese un sueño pero pronto me baje de la nube y recordé el asunto por el que estaba alli. Toni estaba mirando la casa con cara de embelesado aquella casa que había elegido porque me recordaba a un castillo en miniatura .

Y a Toni pareció gustarle también. Tras sus vaciles iniciales acerca del dinero que teníamos los mafiosos y pincharme para que le dijera la cifra que había pagado por la casa, le enseñe la habitación principal, había una enorme cama de matrimonio sobre la que colgaba un dosel blanco, a la que acompañaban unos muebles blancos que destacaban sobre el fondo marrón claro de las paredes y un gran ventanal le daba a la estancia una gran luminosidad. Instalamos nuestras maletas en el armario, que era una pequeña habitación que estaba ocupada por mi ropa, mis zapatos y demás prendas. Le mostré cada rincón de la casa a Toni, lo que más le gusto era el garaje que se encontraba a unos 50 metros de la casa y que tenia 2 pisos, uno de ellos subterráneo y en total tenia capacidad para unos 6 coches aunque solo había 4 si cotaba el Ferrari:

-Me gusta tu casa, es muy bonita, amplia y lo mejor es el garaje sin duda
-El garaje te ha deslumbrado, tenemos que ir a cenar a casa de Gino, iremos sobre las 8, le gusta mucho la puntualidad así que nada de retrasarse, y lleva traje.
-¿Vamos a ver al capo o que?
-Me gusta que me vean elegante algunas veces, contando que la mayoría de veces que me ha visto ha sido llena de grasa de motor
-Eso es muy glamuroso ja ja

Tras pasarnos la tarde bromeando sobre mafiosos, llego la hora de vestirse y para disgusto de Toni hacia mucho calor y odiaba vestirse con camisa, yo llevaba un vestido blanco por la rodilla que tenia unas perlas en la parte superior y el resto caía en cascada. Parecía que nos íbamos de boda y tuve que dejar a Toni conducir por los tacones que llevaba.
La casa de Gino si que era impresionante, era un autentico palacete que sobresalía blanco en mitad del atardecer. No parecía haber más coches asi que seguramente seriamos los únicos invitados a cenar. Toni estaba nervioso, lo veía en sus ojos, apartaba la vista, agachaba la cabeza. En el fondo me recordó a mi la primera vez que vi a Gino, con su imponente vestuario, su reloj de oro y sus coches de lujo deslumbraba a cualquiera pero tras conocerle veías que era una persona más normal de lo que parecía, al fin y al cabo venia de una familia muy humilde. Nos recibió con abrazos y halagos, apenas hablo del tema de Javi en toda la noche y cuando se lo saque me dijo que cada cosa iba en su tiempo y que tenia que disfrutar más de la vida, que era muy joven para estar tan estresada.
La opinion de Toni había cambiado tras la cena, Gino y el se llevaban a las mil maravillas y a Toni ya no le parecía tan peligrosa la mafia, Gino le había explicado todo con su particular labia y había conseguido que Toni dejase de pensar en la mafia como algo malo. Así que la vuelta a casa fue un sin fin de preguntas acerca de Gino y los demás y al llegar a casa me dijo que ya no le parecía tan mal lo que hacíamos, que no eramos lo que el pensaba.
Yo estaba de los nervios con el tema de Javi, quería dejarlo cerrado porque sabia la labia que tenia Gino y no quería que me terminara enjaretando semejante cargo, prefiero vivir más tranquila preocupándome de los coches y las carreras:
-Menudas casas que os gastáis, y yo trabajando
-Trabajamos todos listo, mañana tenemos que pasar el día con unos amigos, me llamaron cuando tu estabas obnubilado con Gino, sino lo hago me matan pero por la noche hay carrera en Nola, ¿vamos a verla?
-Si claro, tengo ganas de ver como son aquí y yo no estoy cegado por Gino

Nos fuimos a la cama y al día siguiente nos fuimos con mis amigos italianos de compras, de comida y a tomar unas cervezas por la tarde y para finalizar el día subimos a Nola  para ver la carrera. Toni también alucino con la organización de la carrera, la policía sabia lo que allí pasaba pero no se metía, así que no había que huir de nadie. Eso le quitaba algo de encanto a las carreras pero por lo menos no tenias que salir corriendo en el momento más inesperado.
A Toni le gustaron las carreras, le gustaba Italia, y se le notaba.